
Se empezó a mover el mercado en la NFL, y este domingo, comenzaron a caer los primeros grandes bombazos de la temporada baja.
Los Rams le trajeron una nueva arma a Matthew Stafford, y se hicieron con los servicios de Davante Adams después de su salida de los Jets.
Adams pasó la temporada pasada entre Las Vegas y Nueva York, pero a pesar de ello, puso otra temporada con 1,000 yardas por recepción, además de ocho TDs.
En el otro movimiento grande del día, los Steelers tiraron la casa por la ventana, y adquirieron al receptor de los Seahawks, DK Metcalf.
Metcalf llega a Pittsburgh a cambio de su Selección de 1a Ronda del próximo Draft, un precio mucho menor al que Seattle estaba pidiendo originalmente.
DK viene de una temporada no tan buena para sus estándares, pues se quedó con 992 yardas, 5 TDs, y fue relegado por Jaxson Smith-Njigba a un papel de 2° receptor de los Seahawks.
Quien no cambió de equipo a pesar de lo esperado fue Myles Garrett, quien esta mañana firmó un histórico contrato con los Browns hasta el 2030.
Garrett estará recibiendo 160 millones de dólares por cuatro temporadas, con 123 millones completamente garantizados, en el contrato más grande en la historia para un no QB.
Otro de los que es un poco más rico es Josh Allen, pues el actual MVP de la liga también firmó un nuevo contrato con los Buffalo Bills.
Allen renovó con los neoyorquinos por seis años y 330 millones de dólares, con 250 millones garantizados, la mayor cantidad de dinero garantizado en la historia de la NFL.
Otras renovaciones del día incluyeron la de Aaron Jones con los Vikings, la de Nick Bolton con los Chiefs, y la de Jarran Reed con Seattle.